martes, 17 de febrero de 2015

Proyecto ARQUETOPOS

Ayer tuvo lugar la presentación en el Salón de Actos del Museo del Teatro Romano de los resultados del Proyecto de investigación ARQUEOTOPOS, Carthago Nova: topografía de una urbe mediterránea privilegiada (HAR2011-29330).

Se trata de un trabajo de investigación multidisciplinar en el que han trabajado miembros del Grupo de Investigación de Arqueología de la Universidad de Murcia, con el profesor Sebastián Ramallo a la cabeza, de la Universidad Politécnica de Cartagena, de la Universidad Politécnica de Madrid y del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. El objetivo es, tal como se presenta en la web del grupo, realizar un estudio integral y diacrónico de la evolución geoarqueológica, paleobotánica y de las estrategias de ocupación y recursos del solar de Cartagena desde el último glacial hasta la actualidad. 

Hasta la fecha todas las reconstrucciones que se había realizado de la topografía de la ciudad antigua no eran reales sino aproximaciones basadas en hipótesis, sin base científica constrastada. Los elementos con los que se contaba para realizar estas restituciones eran las propias observaciones del terreno y su vegetación, los trabajos de excavación realizados en diferentes solares que la ciudad cuyos resultados hablan de la existencia de tierras emergidas y de zonas sumergidas, y finalmente la descripción que de la misma hace Polibio quien visitó la ciudad a mediados del siglo II a.C. acompañando a Escipión Emiliano. 

La primera fase de trabajo de este estudio ha incluido por un lado la documentación y georreferenciación de todos los hallazgos conocidos hasta la fecha y la creación de una base de datos en la que se ha incluido abundante información: descripciones, interpretaciones, fotografías...y las cotas a la que se sitúa cada uno de los hallazgos teniendo en cuenta su adscripción cronológica con el objetivo último de poder recomponer la estructura de la ciudad por épocas históricas. Esta primera fase se completó con la realización de una prospección sistemática y extensiva en todo el área periurbana y cuyos resultados han sido igualmente georreferenciados y trasladados al plano, permitiendo asimismo la identificación y definición de áreas funcionales: artesanales, funerarias...

La segunda fase ha sido de documentación histórica, para lo que se ha buscado información en archivos que ha permitido recuperar en torno a los 240 mapas históricos. Esta cartografía, cuyos ejemplares más antiguos datan del siglo XVI, se ha georreferenciado sobre mapas y fotografías actuales permitiendo observar y conocer cambios en la línea de costa, procesos de colmatación o la restitución de la red hídrica desde ese siglo XVI hasta la actualidad. Este estudio se ha completado con la observación de los perfiles estratigráficos de los solares excavados en los que se habían identificado zonas limítrofes entre el mar y la costa o procesos de colmatación, ya fuesen naturales o antrópicos. 

A todo lo anterior se sumó la realización de 19 sondeos, algunos de los cuales alcanzaron los 30 metros de profundidad, y el análisis mediante carbono 14 de los restos orgánicos presentes en el sedimento para obtener dataciones. Estas se han remontado hasta el 13562 cal. B.P. (a este fecha hay que restarse unos 1950 años para obtener la fecha antes de Cristo). Así mismo la Universidad Politécnica de Madrid ha realizado estudios de los biomarcadores hallados lo que ha arrojado resultados tan interesantes como que la laguna situada al norte de la península donde se asentaba la ciudad no era un verdadero mar sino un estanque marino, con un ecosistema muy pobre. Apenas se han encontrado biomarcadores procedentes de algas y ni rastro de ictiofauna, lo que indica que se trataría de un terreno salino y poco fértil, de forma que parece poco probable que es este zona se realizase una importante actividad pesquera como se había mantenido. 

La última fase del proyecto incluye la realización de restituciones de la topografía de la ciudad en diferentes épocas históricas. Se trata, por lo tanto, de un proyecto interesante que ha permitido a sus investigadores conocer que la ciudad se asienta sobre un terreno fallado, divido en bloques o dovelas, una configuración que a día de hoy sigue condicionando la morfología de la zona. También que en torno al año 5000 B.P. se produjo un momento de transgresión marina que provoco que tanto la zona al norte de la península como el propio centro de la misma, la zona entre las cinco colinas, estuviese cubierta de agua; o que el mar que rodeaba la ciudad tenía unos 3 o 4 metros más de altura que hoy. Este estudio no finaliza aquí sino que se prolongará durante algunos años más permitiendo a sus investigadores conocer mejor un territorio y una topografía complejas que, por este motivo, tuvieron una influencia decisiva en el desarrollo de la ciudad desde el mismo momento de su fundación hasta la actualidad, a la vez que aportará una base geomorfológica precisa sobre la que situar cada uno de los hallazgos arqueológicos que se realicen en la ciudad. 

Aquí os dejo el enlace a la web del equipo de investigación: http://www.um.es/arqueologia/


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